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| Fantasmas en la casa (1958) | |||||||
| Dirigida por | Pedro Luis Ramírez | ||||||
| Producida por | Manuel J. Goyanes | ||||||
| Guión | Vicente Coello | ||||||
| Protagonizada por | Fernando Rey | ||||||
| Luz Márquez | |||||||
| Tony Leblanc | |||||||
| Interpretada por | Joaquín Roa | ||||||
| Aníbal Vela | |||||||
| Félix Briones | |||||||
| Rosario García Ortega | |||||||
| Alfonso Godá | |||||||
| Pilar Laguna | |||||||
| Rufino Inglés | |||||||
| Agustín González | |||||||
| Manolo Gomez Bur | |||||||
| Fernando Fernán Gómez | |||||||
| Juan Cazalilla | |||||||
| José Calvo | |||||||
| Xan das Bolas | |||||||
| Francisco Bernal | |||||||
| Rafael Bardem | |||||||
| Fotografía | Emilio Foriscot | ||||||
| Música | Federico Contreras | ||||||
| FOTOS | |||||||
| con Rosario García Ortega y Luz Márquez | |||||||
| SINOPSIS | |||||||
| Adaptación de Los habitantes de la casa deshabitada, de Enrique Jardiel Poncela, a cargo de Pedro Luis Ramírez. Raimundo Rodríguez de Toledo, autor teatral, al regresar a España después de pasar una larga temporada en América, encuentra en el mismo coche-cama en que viaja a Cristina, una muchacha con la que estuvo a punto de casarse hace dos años, y que desapareció misteriosamente. Al llegar a Madrid, Cristina ha desaparecido del tren, lo que desconcierta e intriga a Raimundo, quien, en unión de un antiguo actor de su compañía llamado Gregorio, se dedica a buscarla infructuosamente. Gregorio recibe una llamada telefónica de Cristina advirtiéndole que dentro de unos momentos va a salir para Castillejo del Condestable. Raimundo y Gregorio se dirigen hacia allí, donde descubren la existencia de una casa misteriosa que, según les informan, está deshabitada y, sin embargo, se ven luces a través de sus ventanas y escuchan lamentos y gritos de socorro. A pesar del pánico de Gregorio, Raimundo le obliga a entrar en la casa donde efectivamente se encuentra Cristina secuestrada por dos siniestros personaje, Fiorli y Leona, que pretenden por todos los medios volverla loca para seguir administrando sus bienes cuando la muchacha llegue a su mayoría de edad. Para ello, Fiorli y Leona han contratado a unos tipos desaprensivos que, caracterizados de fantasmas, aterrorizan a Cristina poniéndola al borde de la locura. Raimundo y Gregorio, descubriendo la verdad, se disfrazan a su vez de fantasmas, lo que produce el desconcierto y el terror de los habitantes de la casa deshabitada, hasta que consiguen liberar a Cristina con ayuda de un pintoresco siquiatra que había sido avisado por Fiorli para que se llevara en una ambulancia a Cristina. Y a quien se lleva el siquiatra en la ambulancia es precisamente a Fiorli y Leonora con su corte de granujas, mientras Cristina y Raimundo realizan ya sus preparativos para una boda que no habrá de demorarse mucho. | |||||||